Compartimos dos textos de una poeta contemporánea argentina, Rosa Rodríguez Cantero, insoslayable por su obra única, creativa y llena de vida. Se trata, sin dudas, de una de las voces más reconocibles de la poesía actual. R. Rodríguez Cantero es respetada por la valentía de sus temáticas y por el vigor de sus versos, y querida por su influencia dichosa sobre el campo literario latinoamericano. Sus libros El amor en tiempos del PAMI (2018), Pólvora en chimangos (segunda edición del 2018), Rosa en verde (2019), y Lo senil no quita lo caliente (2020) le han granjeado un lugar muy especial en el seno de la poesía argentina actual. Para muchos, Rosa es la poeta del goce y de la entrega.

SOÑAR QUE SE SUEÑA
Desperté un segundo antes del beso.
Me aparecí en tus ojos
quise saborear tu boca
profundamente suave
Mis labios descalzos
se fueron deslizando
hasta desafiar a tus latidos
para apostar al éxtasis.
Todo era tan perfecto.
El hombre, ideal
el contacto caliente e infinito.
No más sexting
ni aislamiento
ni masturbe, pensé.
¿Estábamos allí?
¿O solo éramos un cuadro
pintado ojos adentro?
Me asumí despierta
pero aún debía superar
el segundo nivel
sin lastimarme.
Nadie debiera soñar que está soñando
porque luego es necesario
despertar dos veces.

HECHO A MANO
Descubrimos la manera de burlar a la locura.
Nuestras manos encontraron
las formas de ser placer.
Usamos palabras graves
entre contextos agudos .
Fuimos besos en susurros
de promesas
imposibles.
Hicimos que nuestros miedos
latieran sincronizados.
Con los dedos bifurcamos
los rebusques del amor .
Nos juramos que por siempre
aunque todo fuera nunca.
Ahogamos gritos y bocas
entre almohadas de trasnoche.
Luego dijimos que nunca
aunque todo fuera siempre.
El sexo fue apenas paja.
El amor un acto insulso.
Los gemidos perturbaban
esa mentira del sexting.
La pasión se aproximaba
en fotos de tinte obsceno.
La magia fue aquella hoguera
que ardió en una llamarada
aún en camas tan distantes.
Ahora todo queda cerca.
Los abrazos amenazan
con enroscarse
a otros cuerpos.
Los besos son realidades
que sobrevuelan hambrientas.
Se llama supervivencia
y es un volver a empezar.