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Un soneto a Orfeo, de Rilke – Trad. de Daniel Schechtel

Como, a veces, la hoja, apresurada,
roba al maestro el trazo verdadero,
así, el espejo quita a la sagrada
sonrisa de la joven su asidero,
cuando ella ausculta, sola, la mañana,
o a la luz de una lámpara leal.
Y el aliento de su rostro real,
más tarde, apenas un reflejo mana.
Qué habrá mirado el ojo en las cobrizas,
desfallecientes brasas del hogar:
atisbos de la vida, ya extraviados.
Ah, Tierra… ¿quién conoce tus cenizas?
Quien, a pesar de ellas, al cantar
alabe el corazón, al todo dado.

Fragmento de ‘Los detectives salvajes’ de Roberto Bolaño

Joaquín Font, Clínica de Salud Mental El Reposo, camino del Desierto de los Leones, en las afueras de México DF, enero de 1977.
Hay una literatura para cuando estás aburrido. Abunda. Hay una literatura para cuando estás calmado. Ésta es la mejor literatura, creo yo. También hay una literatura para cuando estás triste. Y hay una literatura para cuando estás alegre. Hay una literatura para cuando estás ávido de conocimiento. Y hay una literatura para cuando estás desesperado. Esta última es la que quisieron hacer Ulises Lima y Belano. Grave error, como se verá a continuación. Tomemos, por ejemplo, un lector medio, un tipo tranquilo, culto, de vida más o menos sana, maduro. Un hombre que compra libros y revistas de literatura. Bien, ahí está. Ese hombre puede leer aquello que se escribe para cuando estás sereno, para cuando estás calmado, pero también puede leer cualquier otra clase de literatura, con ojo crítico, sin complicidades absurdas o lamentables, con desapasionamiento. Eso es lo que yo creo. No quiero ofender a nadie.

Cuatro poemas de ‘Cómo guardar ceniza en el pecho’ de Miren Agur Meabe

Selección de poemas autotraducidos (es decir, traducidos por la misma autora) del euskera al español, del libro Cómo guardar ceniza en el pecho (Madrid, Bartleby, 2021).
Instrucciones para andar en la ciudad
Palpar la cuerda.
Palpar la cuerda para no perderse en las encrucijadas.
Notar la humedad.
Notar la humedad en los zapatos y dentro de los ojos,
eso que invoca al peso de las almas
a concentrarse en los puentes.
Pensar en paralelo.
Pensar en paralelo como los raíles
y mirar en diagonal
a quien está postrado en la acera, a la manta,
al brik de vino, al perro,
soy una mierda,
más me valiera no haber nacido.
Escuchar la sinfonía de los parques.
Escuchar la sinfonía de los parques ahorcando pájaros
y capando a mordiscos las yemas de los tilos.
Cruzar pórticos.
Cruzar pórticos y proceder en los altares buscando sosiego
como una Dido errante vagando entre las sombras.
Tragar saliva.
Tragar saliva al preguntar
al camarero de una plaza entre palacetes
¿metraesunatilaconcicuta?
disculpe, ¿un tequila?
nounagilda.
Vivir un rato en los museos.
Vivir jirones de siglos en delantales con escamas,
en cestos llenos de escoria.
Frotarse los pechos.
Frotarse esos dos ángeles de carne abandonada y
ponerse en el pellejo de las hembras que aprendieron a quemar las velas.
Querer gustar a la ciudad que canturrea
soy un caja, soy un zoo, soy una carpeta…
aquí siempre hay sitio para una bestia más,
como en los listados de Dios.
Comprobar que llevas puestas las alas
sabiendo que no hay manzanas de oro en la oscuridad.
Contar los dedos que te quedan en los pies,
paloma enferma.
Y palpar la cuerda, palpar la cuerda, palpar la cuerda.

‘La palabra’ de Rogelio Silva

Camino al lado de Mateo por las callecitas del valle, llevamos dos horas de predicar la palabra de nuestro profeta, el sol me quema la espalda y la camisa se me adhiere a la piel a causa del sudor. A Mateo le escurre desde la frente y desemboca en la comisura de su sonrisa. Es su primer día y ya consiguió que una mujer se congregue el fin de semana con su hijo. Mateo tiene el don del carisma, su amabilidad es transparente, desborda inocencia y eso da confianza. Tres adeptos más y tendremos cuadrilla segura para la peregrinación.

La obra visual de Rodrigo Crenier

Rodrigo Crenier es un artista visual, en especial dibujante e historietista, residente en la ciudad de Colima, México. Su trabajo es principalmente gráfico y narrativo, se ha centrado en temas relativos a la ficción, al tiempo histórico, al mito y al relato urbano. Sus historias tratan de entrar en lugares mundanos con un halo mítico y grotesco y, aunque son ficción, pretenden retratar ciudades y a su gente. Cuando presentamos nuestro número 16 de la revista en el museo Fernando del Paso en la ciudad de Colima, México, su obra estaba exhibida en una de las salas.

Cinco poemas de ‘El reino de los peces’ de Diego Brando

Cinco poemas de ‘El reino de los peces’ (Barnacle, 2021) de Diego Brando.

Mi memoria hecha de fragmentos
de vos, de tierra arrojada sobre baldíos, tan
abandonados como una osamenta iluminada por la luna,
y el humo que esparce la calma cuando ya es
demasiado tarde pero aún así, todavía a tiempo.
Regresás pero retrocedés, un orificio en el presente,
una mantis que fagocita a otra, siempre en el pasado,
y un futuro que no promete nada de calma, salvo
bajo una idea de encierro y separación.
Todas tus flores apuntan hacia el cielo,
aunque las nubes prometan escarnio, soledad
de ala batiente, como de pájaro, como de hombre
odiado en secreto, por más que suene la melodía
en tu mente, en espera de una visita incómoda y real.

Portada del libro "Tiene la noche un árbol" de Guadalupe Dueñas

“El sapo” de Guadalupe Dueñas

Guadalupe Dueñas (1910-2002) fue una cuentista mexicana inigualable porque más que cuentos escribió impresiones de altísimo vuelo poético. Aquí, un cuento de su libro Tiene la noche un árbol (1958).

Portada del libro Sigo escondiéndome detrás de mis ojos de César Cañedo, premio Bellas Artes Poesía Aguas Calientes 2019

Poemas de César Cañedo

César Cañedo es poeta, académico, investigador, atleta y crítico literario mexicano. Licenciado en Lengua y Literaturas Hispánicas, Maestro en Letras Mexicanas y doctorante en Letras por la Facultad de Filosofía y Letras (UNAM). Obtuvo el Premio Nacional de Poesía Francisco Cervantes Vidal 2017, y el Premio Bellas de Poesía Aguascalientes 2019 por su libro Sigo escondiéndome detrás de mis ojos. La presente selección proviene de este últi